Texto: Roman Tamayo
Fotos: Fer Molina
Ha pasado un año desde el debut del Candelabrum, un festival que vino a darle una bocanada de aire fresco a los show de Metal en México. En aquella ocasión pudimos ver a Midnight, Candlemass, Cirith Ungol, Evoken, Blood Incantation, etc. Al terminar el festival nos fuimos felices y rogando por una segunda edición; por fortuna, nuestras plegarias fueron escuchadas.
Usted seguro dirá: “mehh, otro festival más de metal, ¿qué hay de nuevo en eso?” La respuesta es muy simple y amplia a la vez: Candelabrum ofrece alternativas, profesionalismo y respeto a los fans.
Es decir, presentan bandas que otros festivales no toman en cuenta; el audio es de primer nivel; los fans reciben un trato digno y humano, no se les ve como ganado; el venue es amplio y techado (gracias); la seguridad y los servicios de paramédicos están al pendiente de todos; y, finalmente, hay respeto y tolerancia.

DÍA 1.
Entremos en materia, este 2023 la Velaria de León prendió la llama para recibir bandas como Devil Master, In the Woods, Heathen, Satan, Draconian, Hulder, Vio-Lence, Paradise Lost, Autopsy, etc. A pesar de que se presentaron cancelaciones, el equipo pudo ofrecer alternativas como Annapura, Unto Others y Deathgrave, bandas que estuvieron a la altura y se pusieron la camiseta.
Black Mask fue la banda encargada de abrir el festival con un sonido Heavy Metal-Speed clásico; le siguió Cathartic desde Guadalajara con un sonido Death brutal; pudimos escuchar varias canciones de su debut «Through the Abysmal Gates of Subconscious».
Sin duda, la llegada de Majestic Downfall fue algo que muchos esperábamos; el Death Doom que Jacobo y compañía hacen es de los mejor que este país ha dado, es la evolución de proyectos como Dies Irae, Sorrowful y The Ill over Death; un orgullo nacional.
Devil Master llegó para arrasar León; en 2019 vinieron a CDMX fue un show muy pequeño en el Gato Calavera. Esta segunda visita fue todo lo contrario: un escenario grande y un público frenético. Los fans old school de Death SS o Paul Chain pudieron tener una dosis de Black Punk con una de las bandas promesas. Por cierto, algunos afortunados pudieron hacerse de su último álbum «Ecstasies of Never Ending Night» editado por Relapse.
In the Woods nos puso la piel de gallina, esta banda de Noruega nos hizo viajar entre el Ambient, Doom y Black. A pesar de lo depresivo que puede ser la música, en vivo sus integrantes transmitían paz y alegría, sin duda estaban disfrutando el festival, los fans y el calor.
Uno de los momentos más esperados sin duda era la presentación de SATAN, uno de los representantes de la Ola Inglesa de Metal. Desde el momento en que Brian Ross puso un pie en el escenario, los fans se volvieron locos; la pasión y las lágrimas se desbordaron… ¡vaya momento! Una de las cosas que más amé fueron los solos tan precisos de Russ Tippins. El tiempo pasa, pero la música es eterna… ¡HAIL SATAN!
Sacramentum fue algo especial, una de las bandas leyendas de Black Sueco que varios estaban esperando. En una ida al baño me encontré a Nisse Karlén y dijo muy abiertamente que tenía una costilla rota; estuvo a punto de cancelar, pero los fans merecen respeto y por eso vinieron. Era evidente su dolor, pero en el escenario eso no existió. Nisse disfrutó tanto el Candelabrum que se quedó y convivió con todos los fans; podías verlo celebrar y tomarse fotos con todos. Este momento representa lo que es Candelabrum: amistad, música, pasión y respeto.
Llegó el momento de Draconian, la banda que se llevó mi corazón este Candelabrum. Formados en 1994, han tenido una trayectoria larga y prolífica; combinan el Goth, Doom y Death a la perfección. Tuvieron que pasar 12 años para que volvieran a México y lo hicieron a lo grande. Sin duda, a nivel personal, la voz de Lisa me conmovió; me recordaba mucho a Chelsea Wolfe o Emma Ruth Rundle.
SETLIST:
- The Sacrificial Flame
- Lustrous Heart
- The Sethian
- A Scenery of Loss
- Elysian Night
- Pale Tortured Blue
- Bloodflower
Llegó el turno de Immolation y con ello se desató el infierno; este cuarteto de Nueva York demostró por qué son los jefes del Death Metal desde 1988. La batería de Steve Shalaty es irreal; te cuestiona si es humano o si tiene algún superpoder; lo mismo pasa con Robert Vigna y los riffs matones que saca, a mil por hora. Sin duda, la noche se la llevó Immolation, no hay discusión. Para cerrar la primera noche tuvimos a Dark Tranquillity, los jefes del Death Melódico desde 1991. Mikael Stanne sabe cómo ganarse el corazón de los fans; el setlist de Candelabrum fue muy especial, un recorrido por su historia… es hora de ir a dormir porque aún queda mucha destrucción en el día 2.
SETLIST:
- Encircled
- Lost to Apathy
- Cathode Ray Sunshine
- Phantom Days
- Transient
- Hours Passed in Exile
- Identical to None
- Terminus (Where Death Is Most Alive)
- Atoma
- Nothing to No One
- The Treason Wall
- Punish My Heaven
- Misery’s Crown
DÍA 2
Llegó el segundo día, después de enterarnos sobre la cancelación de GRAVE (quE poco profesionales) el equipo subió al barco a Deathgrave y Annapura. Estos últimos fueron los encargados de abrir las celebraciones… ¡QUÉ GRAN ACIERTO! A título personal, agradezco que un festival se interese por bandas del Underground que han trabajado muy duro por años; es una escena olvidada pero que resiste. En verdad espero que este evento fortuito no sea azaroso y que más bandas puedan tener las mismas oportunidades.
“SOY UN INSULTO, PARA EL METAL (PUNK)”
For Centuries dio un show muy especial, dedicado a Charly que se adelantó en este camino. Para honrar su memoria, el Candelabrum recibió una dosis de Epic Doom, un género que es poco conocido en México. Siguiendo la misma línea de los riffs lentos y pesados, llegó el turno de Agony Lords, una banda con 30 años de carrera que ha sobrevivido y se ha ganado el título de leyendas, no solamente del Bajío, sino de México.
Llegó el turno a Deathgrave desde California: zombies y grindcore que nos volaron la cabeza. Creo que perdimos un pedazo de cerebro a manos de Andre Cornejo y Greg Wilkinson. Sabemos que muchos esperaban a Grave, pero su remplazo fue monumental.
Una de las bandas (proyectos) más esperados era Hulder, el proyecto de Black Metal de una sola persona. Si bien ella no ha revelado mucha información personal, sabemos que tiene una carrera en ascenso. En 5 años ha logrado más que varias bandas de la cuadra; Por cierto, un dato curioso es que el sobrino de Buzz Osbourne de los Melvins tocó ese día con ella.
La locura y el caos se desataron con los legendarios VIO-LENCE (Thrash desde 1985), quienes utilizaron el tema “El Rey” de José Alfredo como intro para dar paso al «Kill on Command» y con ello todo explotó: mosh pit, gente volando, sudor y gritos salvajes. La voz de Sean Killian comandaba la violencia y los riffs de Phil Demmel marcaban los tiempos de ataque, por cierto, qué buena máscara de Rey Mysterio.
Después del caos y el salvajismo, las cosas se calmaron con The Halo Effect, el proyecto alterno de Dark Tranquillity. En esa misma línea llegó el turno de los maravillosos Paradise Lost, una banda que ha mutado con los años: han pasado por el Doom, Gothic y Death Metal. Estos ingleses conocen bien a su gente y nos ofrecieron un set balanceado, un poco de todo para todos:
- The Enemy
- Hallowed Land
- Faith Divides Us – Death Unites Us
- As I Die
- True Belief
- The Last Time
- Say Just Words
- The Devil Embraced
- No Hope in Sight
- Embers Fire
- Ghosts
Nick Holmes sigue teniendo ese toque mágico que nos enamora y nos hace amar más y más a Paradise Lost.
Después de más de 30 años AUTOPSY regresó a México y no pudo ser más épico, los reyes del Death Metal Californiano vinieron a reclamar su trono. Por fin pudimos escuchar canciones como «In The Grip of Winter» o «Twisted Mass of Burnt Decay». Chris Reifert tiene la voz impecable y le pega a la batería como una bestia; además, ver a Danny Coralles y Greg Wilkinson jugando en el escenario es algo mágico. Después de su reunión en 2008, la banda lo ha dado todo y este año lanzarán su nuevo álbum «Ashes, Organs, Blood and Crypts».
Vaya forma de cerrar la segunda edición del Candelabrum, sin duda el festival se superó y dejó la vara muy alta para otros festivales mexicanos. El tiempo lo dirá, pero todo indica que este festival es la tierra prometida.
GRACIAS Kezhia Quintero, Amaranta Torres y todo el staff por las atenciones
















































































