Por: F. Torrejón.
Fotos: redes sociales de Color Horror y Cadáver Exquisito
Ese fue el título con el que el ayer, sábado 23 de julio, Cadáver Exquisito y Color Horror, llenaron el “Solitario Juan”, un conocido bar en pleno centro montevideano.
La propuesta era bastante sencilla: por 100 pesos uruguayos, algo así como 3 dólares la entrada, salían dos bandas en vivo más un par de temones programados, por si al apagar los equipos, todavía sobraba sed.
A eso de las 1am, arrancó Color Horror, un cuarteto oriundo de Canelones, que a pesar de llevar algo así como dos años en el ruedo, ha sabido acaparar la atención de internet con tan sólo un EP homónimo de no más de 10 minutos, compuesto por Burning Trees y Más alto que el sol. Fueron ellos los encargados de arrimar a la gente y mantener el boliche repleto, mientras la confluencia de estilos diversos, como psych, space y desert rock dentro del repertorio, hacían viajar hacia sonidos nostálgicos que da gusto recordar. Definitivamente una banda para tener presente en el radar.
La segunda parte de la noche la armó Cadáver Exquisito, otro cuarteto que jugaba de local, aunque con mucha más trayectoria. Bajo la premisa “Tocar y producir música de alto vuelo y donde se juegue el triperío”, los montevideanos deleitaron con temas que ya son de archivo para sus seguidores, pero también mostrando lo que se viene para lxs novatxs que caemos recién en sus redes, capturando la atención a través de melodías que dejan ver un sonido mucho más stoner, aunque sin caer en la monotonía restrictiva de un estilo particular.
Más allá de las voces, caracterizadas por una participación colaborativa, Cadáver Exquisito hace eco por una sonoridad donde destaca la potencia de la batería y los viajes en los que te imbuyen los tres representantes de las cuerdas, desfilando con virtuosismo todos por igual. Y es que no por nada ya pueden jactarse de 4 LP y un split: la creatividad te lleva lejos, y esa hambre, esas ganas por descubrir y redescubrirse también estuvo ayer, tanto como sus influencias, tanto como los cuatro ahí, o tanto como Waiting Room de Fugazi, el gran remate con el que los mismos decidieron cerrar su repertorio y el Montevideo Stoner Fest.