Por: Gabrielle Pythonisse
Rider Negro es el viento que sopla su blues eléctrico desde los confines del norte de la CDMX, el nombre de la banda es una suerte de unión de opuestos complementarios, gracias a su polaridad logran formar esta ceremonia boreal llamada «The Echo of the Desert» el cual es su primer álbum de estudio y saldrá en formato digital este 15 de mayo, conformado por 10 canciones que nos harán cabalgar por dunas psicodélicas.

Por ahora podemos escuchar en su Bandcamp tres sencillos que la banda nos ha adelantado, comenzando por Fires At The Cosmic Dawn: la euforia antes del ocaso, la cual nos aborda con un bajo y un teclado que nos sumerge en la hipnosis de una danza bajo las estrellas del desierto y nos dice “Let she red fox lead you to the next episode! / ¡Deja que el zorro te lleve al próximo episodio!”, nos alumbra de lucidez y nos invita a despertar y entonces comienza Dry and Soft que nos aborda de forma suave pero peligrosa “I am in tune with that mood of the moon yeah! / ¡Estoy en sintonía con el estado de ánimo de la luna, si!”, el teclado se torna en un ritmo lunático lo cual transforma el éxtasis de un acto chamánico que nos dibuja sónicamente una pequeña metafísica de la condición humana a través de vibraciones.

Por último, esta The Echo of the Desert canción homónima del disco la cual tiene un trasfondo alquímico y nos alude a la civilización ficticia de Siluria, narrándonos la historia de un jinete que vivía en el Sol. Esta música cargada de chamanismo dota de significados y texturas la energía anímica, buscando curar durante más de 6 minutos el estado sólido de esta realidad.
Rider Negro nos cuenta una historia que nos lleva a explotar la psicodelia que a todos nos habita y que nos lleva a observar nuestro lado más oculto, simplemente hay que dejarse llevar por el dulce sonido del hammond y esa voz que nos alumbra y nos incita no solo a contemplar si no a llegar al ocaso, su ritual eléctrico nos expulsa del tiempo y nos hace sentir en otra época, recordándonos a The Doors, los finales de los 60’s y los años 70’s, además de su influencia en la música sufí como forma de meditación trascendente.