Ancestro es una banda peruana, específicamente de Trujillo, ellos practican un doom bastante pesado, con tintes a rock psicodélico y demás influencias, esto ha hecho que a lo largo de sus años de actividad hayan mutado y evolucionado su sonido, llegando a entregarnos uno de los mejores discos del 2019, su álbum homónimo.

I abre el álbum, casi un minuto de un sonido denso para darle paso a II, una odisea de riffs, bastante pegadiza y bien lograda, junta de manera casi perfecta todas las influencias detrás de su composición y lo estampa en un sonido demoledor. En todo el álbum podemos notar momentos de tranquilidad y momentos de agresividad, como un ying y yang que van jugando y turnándose para destriparnos el cerebro.

III y IV suenan a continuación, la primera tiene un tono más agresivo que la segunda y por eso se complementan maravillosamente, son dos canciones que juntas crean una atmosfera única, como un apartado al resto del disco. Cabe mencionar que en este álbum tienen una nueva alineación, Diego paso de ser guitarrista a ser baterista e incorporan a Jorge Quevedo, Jorge sintetiza muy bien la distorsión con los efectos y hace que el sonido de Ancestro se escuche más maduro y directo.

V y VI cierran el disco, “V” para mi es la pieza angular de esta producción, tiene todo los matices para engancharnos desde la primera escucha y quedarse atrapada en nuestros cerebros por un tiempo largo, tiene un matiz melancólico y oscuro, mientras que VI es más tranquila y melodiosa, llega al punto de sonar space rock. Podemos decir que Ancestro nos entregó su trabajo más maduro hasta la fecha, un álbum único, muy pesado y con mucha variedad de estilos, esperemos que pronto nos entreguen una nueva producción.