Por:Paul ßracamonte
The Dead-End Alley Band es una joven banda, formada en el 2012 y que ya cuentan con dos producciones, las cuales han sido publicadas en Lima por Inti Records y Toxiko Records y en Europa por Nasoni Records, banda que en el 2015 se fue de gira al viejo continente y que ya tienen en sus manos la elaboración de un nuevo álbum.
¿Cómo se formó la banda y que idea tenían en mente?
J: La banda se forma a raíz de un pequeño viaje trunco a Chanchamayo, en el departamento de Junín en la sierra. En ese entonces, teníamos otra banda y la idea era viajar por semana santa del 2012 para la casa de mi abuela allá a Chanchamayo y aprovechar el buen clima y el cambio de aires para componer o ver qué cosas nuevas salían para la antigua banda.
S: Al final, terminamos reunidos en mi casa con todas las ganas de trabajar en algo nuevo, y hacía tiempo atrás, habíamos conversado sobre la idea del proyecto psicodélico y decidimos, ¿por qué no? Empezar a trabajarlo en ese momento. En esa misma sesión, salieron los primeros cinco temas del que, más adelante, sería el Whispers of the Night.
¿Cómo surgió el nombre de The Dead-End Alley Band?
J: Curiosamente el nombre se me viene a la mente un tiempo después de haber oído el álbum de Enrique Bunbury y Nacho Vegas en conjunto, ‘El Tiempo de las Cerezas’ del 2006; me encontraba oyendo la canción ‘Welcome to el Callejón sin Salida’ y me pareció genial la frase ‘Callejón sin Salida’, tomando también en cuenta la entonación que Enrique le mete cuando canta el coro en la canción, entonces se me ocurrió traducirlo al inglés, de ‘Callejón sin Salida’ a ‘Dead-End Alley’, así que solo puse el ‘The’ adelante y el ‘Band’ al final. Guardé el nombre por unos años hasta que surgió la idea de empezar este proyecto con Sebastián.
¿Cómo fue la producción y elaboración de los dos álbumes?
J: Bueno, se podría decir que, para el primer álbum, la elaboración fue resultado del viaje trunco a Chanchamayo (por cuestiones climáticas y preocupaciones de la abuela), y que, al no poder viajar, nos juntamos igual en casa de Sebastián, durante esos cinco días. El primer día, Sebastián propone intentar empezar con algo del nuevo proyecto de psicodelia, del cuál veníamos hablando tiempo atrás, y así salieron los cinco primeros temas del Whispers of the Night, todo a modo de ‘vamos a ver qué pasa’. Los subimos a redes y obtuvimos buen feedback del extranjero, animándonos a completar el elepé, y es así como nace el Whispers of the Night, que lo lanzamos en diciembre de ese mismo año, en formato digital y para libre descarga. El segundo álbum, ‘Odd Stories’ fue más concienzudo, pensado, nos tomó cerca de un año y varias sesiones acabarlo, a diferencia del primero en el cual cada quien tenía sus ideas, referentes y solo fue cuestión de juntarlos, hacer los arreglos juntos y componer bajo la misma premisa los temas restantes.
S: Para ser honestos, creo que la elaboración del primer disco, al no ser concienzudo, ayudó a ver de qué pie cojeábamos y de cuál pisábamos fuerte. De esas debilidades, aprendimos para el siguiente disco, así como ahora, aprenderemos de las debilidades del Odd Stories para lo que vuelva, pero, al final, lo más bello de esto, es que todo es DIY. Nadie te dice cómo debes sonar. Tú eres dueño de cómo quieres sonar. Muchas bandas nuevas invierten más de 5,000 soles en una producción de lujo, que luego no despega. Considerando, también, los cambios que los productores hacen sobre el material original. No, no. Todos deben tener en claro lo que quieren, y agenciárselo como puedan. Nadie puede criar a los hijos mejor que uno. Al final, el dinero no define la calidad ni méritos que tu creación pueda tener.
¿Cómo se siente escuchar su propia música y ser fichados por una de las disqueras más importantes en la escena como Nasoni?
J: A decir verdad, es algo increíble. Yo había pasado por varias bandas a lo largo de mi vida musical, que arrancó más o menos por el 2003. Siempre anhelé grabar algo y tenerlo en disco, digamos sacar un álbum. Cuando el ‘Whispers of the Night’ sale en diciembre del 2012, me dije: ¡Lo logré! Ya de ahí con Sebastián nos enteramos de que tendríamos nuestro ‘Whispers of the Night’ en formato vinilo, luego vino lo mismo con el ‘Odd Stories’, solo que éste, aparte de estar en digital y en vinilo, también vio luz en formato tape y cd. Y a todo esto, saber que Nasoni nos fichaba fue algo alucinante porque ya sabíamos que Nasoni había fichado a otras bandas peruanas y algunas otras bandas de otros países que me gustan como Wo-Fat o Stoned Jesus. Y como cereza del pastel, se le sumó la gira del año pasado en el mes de noviembre por Europa.
S: De hecho, ese fichaje fue una de las sorpresas del 2013, luego de la recomendación que nos hizo Carlos Vidal, de La Ira de Dios, de enviar nuestros temas a sellos de afuera, empezando por Nasoni, solo bastó dos días para que el sello respondiera interesado en sacar el material. Tener los vinilos en mano, es casi orgásmico. Verlos, tocarlos, escucharlos. Es una experiencia increíble, sobre todo cuando sabes cómo lo has hecho.
¿Cómo salió la oportunidad de la gira Europea y que experiencias y anécdotas se han traído a Lima?
S: Esta respuesta amerita sentarse a beber cervezas y conversar, pues podríamos expandirnos demasiado. Jajaja. La gira, en realidad, nació en País Vasco. Uno de los portales españoles que reseñó nuestra música, llamado Cosmic Tentacles, también organiza tocadas, y nos dijo que, si algún día planeamos ir a Europa, tendríamos shows asegurados en España. Ello activó la chispa, y entre todos, al final de un ensayo, discutimos sobre esto. Decidimos comprometernos con hacerlo, y decirle al tío de España, que nos separe shows, porque habíamos decidido ir para Europa. Lamentablemente, en el camino, los shows de España quedaron de lado, y se hizo énfasis en los países que visitamos. En todo el proceso, hicimos contactos y amigos que pudimos conocer finalmente allá.
En cuanto a anécdotas, podría empezar por el parto de la visa. En setiembre, ya con los conciertos y pasajes confirmados, postulamos a la visa por la embajada de Austria, y luego de retrasarnos la espera durante todo un mes, nos la negaron. En ese momento, estuvimos por cancelar todo, ya que solo quedaba menos de un mes para viajar, y no teníamos visa, y tantear por otro lado iba a ser otro parto. Pero, bueno, lo intentamos, con mejor orientación, por la embajada de España, y en menos de una semana, ya teníamos nuestra visa. El siguiente punto era correr, ya que solo teníamos tres semanas antes de viajar, y así fue que en corto tiempo, anunciamos oficialmente la gira, el póster, los shows, etc. Y otra de las más resaltantes, en cuanto a mí, fue que me quedé varado en Madrid. Los muchachos llegaron a Viena, sanos y salvos, mientras que yo perdí mi vuelo y tuve que comprar un nuevo boleto con conexión en Bruselas para poder llegar, al día siguiente. De ahí, una vez en Viena, el promotor me recogió del aeropuerto y directo al club a tocar. Todo un desastre. Hambre, cansancio, sueño y malestar se juntaron en el primer show. De ahí todo fue in crescendo para mejor, hasta el show en Tübingen, Alemania, que fue el antepenúltimo. Allí, todo fue un jolgorio. El lugar estaba repleto, éramos la única banda, la gente gritó, saltó, pogueó, se meneó, se quitaron los zapatos y medias y danzaron haciendo volar la cerveza por los aires, destruyendo un monitor, derramaron chela sobre uno de los polos del merch y lo compraron porque “estaba bendecido”. Nos pidieron cuatro canciones más, y las cuatro las tuvimos que improvisar, haciéndolos incluso cantar. ¡¡El mejor show de la gira, sin duda alguna!! Lo demás, te invito a sentarnos a beber unas cervezas, porque esta respuesta se puede expandir a proporciones bíblicas. Jajajajaja.
J: Hubo otras anécdotas en donde, por ejemplo, estábamos Leonardo y yo, saliendo a buscar cervezas con un desconocido que se apareció luego del show en el Vortex, en Siegen, Alemania a las 6 a.m., con un frío horrible y nosotros con poco abrigo. O la otra, también en Alemania, en Tübingen, en la que, un día antes del show, nos perdimos por las calles saliendo del supermercado. Habíamos llegado hasta un grifo y en ese momento recuerdo que nos habían dicho que los grifos no solían estar dentro de las ciudades por ley y cosas de seguridad, que los grifos debían de estar siempre a las afueras de las ciudades, y es cuando le digo a Leonardo: “Leo, creo que estamos jodidos, me dijeron esto y esto y mira en dónde estamos…” y mi compadre, que es medio nervioso, dijo: “Noooo, tío, nooooooo”. Jajajajajaja.
¿Sintieron alguna diferencia entre el público Europeo y el Peruano?
J: De hecho, sí, siento que el público europeo es más fiel a los sonidos que les gustan, no se andan con rodeos ni argollas y no tienen miedo y/o vergüenza en demostrar afecto por las bandas nuevas que oyen.
S: En lo personal, cada show era una sensación de enfrentarte a la muerte, justamente porque todas las caras eran nuevas, te miraban curiosos y serios, hasta que empezabas hacerlos menearse y te dabas cuenta de que ya los tenías. De hecho, allá son más curiosos por lo nuevo, y si les gusta, te lo hacen saber desde la primera o segunda canción.
¿Cómo fue la sensación de compartir escenario en más de una ocasión con otra banda Peruana como 3AM?
J: Fue genial, en la primera tocada, en lo personal, yo me sentí un poco presionado, preocupado porque era la primera tocada sin el sonido del percusionista que nos acompañó durante la primera semana de gira. Ya de ahí, la segunda vez que nos encontramos con el Chino, en Zwolle, Holanda fue una hecatombe de cervezas, ‘velocidad’ y vinilos. La última fue en Bélgica, en el Yellowstock Winterfest IV, nos vimos un rato, el Chino estaba cansado por su show la noche anterior y llegó tipo 9 p.m., nosotros abrimos el fest y él lo cerró.
S: Citando al Chino, fue “Surreal” y “Nunca antes visto”. Creo que la más tangible fue en Holanda, donde solo éramos él y nosotros. Noche peruana. Estábamos, de alguna manera, “en casa”. Solo faltaba bufet peruano y ya. Jajaja.
De regreso a Perú, sacaran un vídeo, ¿Cómo se dio la oportunidad del vídeo y cómo se sintieron al hacerlo?
J: Lo de vídeo empezó cuando aún estábamos nosotros de viaje por Europa, exactamente en Tübingen, Alemania. Recuerdo que Renato, el chico que me contactó sobre el vídeo, me escribe un día y no recibí el mensaje hasta el día siguiente, porque la señal en el squad donde nos alojaban no tenía la señal wifi muy fuerte y teníamos que ir a la calle en un sitio donde había wifi libre, entonces allí con el frío, la lluvia y la nieve se respondía. Renato se pone en contacto conmigo por medio de mi novia, preguntando si conocía a alguna banda que quisiera que le grabaran un videoclip con fines académicos y ella le responde que sí conocía pero que la banda estaba girando en ese momento por Europa y que regresarían a fines de noviembre; entre los días 22 y 25 se coordina un poco lo del vídeo, y una vez estuvimos de regreso en Lima se ultimaron los detalles de la grabación.
Fue una experiencia nueva, pero bonita y llena de nervios porque siempre se repiten las escenas y esas cosas y uno no siempre es preciso y siempre está el temor de joderlo todo de manera individual. Jajaja. De hecho, en lo personal me hubiera gustado estar más preparado y contar con la presencia de Sebastián ya que él es el frontman, vocalista principal y tecladista, y nuestros temas se identifican por los órganos que usamos.
¿Piensan en un tercer álbum y en algún cambio de sonido?
J: Por supuesto que sí, ya se había empezado a trabajar en unas maquetas que servirían para el siguiente álbum en enero del 2015, pero luego de regresar de gira y venir con nuevas ideas hemos decido reformular algunas cosas y volver a componer y maquetear para ir evolucionando. Lo último que queremos es tener un sonido similar a los álbumes anteriores, siempre se quiere probar sonidos que nunca hayamos usado o unos riffs un poco más pesados, cositas así.
S: De igual manera, con respecto al sonido, seguimos en la búsqueda de cosas que “no hemos hecho” hasta ahora, y engrandecer o mejorar lo que ya hemos hecho. No puede ser un disco a medias, tiene que distinguirse del Odd Stories, como el Odd Stories se distingue del Whispers of the Night.
¿Cuáles son los álbumes o bandas que más influenciaron al sonido de TDEAB?
J: Hablando de bandas creo que The Crazy World of Arthur Brown, The Phantom’s Divine Comedy, Iron Butterfly y The Doors son las bandas más influyentes en lo que hacemos como banda, ya que como personas individuales cada quien tienes su gustos propios que pueden coincidir unos con otros o con los referentes de la banda así como puede dispararse hacia el otro extremo.
¿Pensaron que en su corto tiempo como banda lograrían ya dos álbumes y una gira por el viejo continente?
S: ¡No! ¡Para nada! Javier, por ejemplo, estuvo más de diez años en distintos proyectos musicales, incluido uno conmigo, que nunca despegaron, y cuando montamos The Dead-End Alley Band, fue solamente para registrar nuestro capricho psicodélico y soltarlo en Internet, como quien no quiere la cosa, y henos aquí, bebiendo más cerveza de la que en nuestras vidas pensamos beber, y haciendo cantidades enormes de muy buenos amigos de aquí y allá. Todavía no sabemos qué clase de brujería es ésta, ni a dónde nos llevará mañana. Quizás eso es lo bonito de todo esto.
J: Así como dijo Sebastián y como respondí en una pregunta anterior, mi vida musical inició en el 2003, eso sería exactamente 13 años, claro que algunos años cuentan más que otros. En el 2003 recién empezaba a integrar bandas, y en verdad ese capricho psicodélico tiene nombre. Jajajajaja. ¡Se llama Doors! Todo esto de TDEAB iba a ser un tributo a The Doors y mira en lo que acabó, como dice Sebas, bebiendo cerveza, haciendo amigos, haciendo amigos, haciendo mas música y de mas cosas que estan por venir
Algunas palabras finales?
S: Creo que todavía tenemos mucho por descubrir. No sabemos a dónde nos llevará la música mañana, pero de lo que estamos seguros, es de que nos va a seguir trayendo grandes momentos y amigos que formarán parte de este mismo capricho, como tú, Paul, como Marquito Marín, Harry (de Cobra), el Chino Burga y una lista larguísima de personas de aquí y de allá a la que solo podemos decirles ¡¡GRACIAS!! Y recuerden… The nightmare goes on.