Por: Gabrielle Pyhtonisse
En los albores de este año apocalíptico Satánico Pandemonium nos presentó su primer LP el “Culto Suicida”, una oda a la perversión, el ocultismo, los vicios y la muerte. Con la participación de Doom Peterete en el arte, grabado en el estudio “Grábele, Grábele” y editado por LSDR Records. Actualmente la versión física se encuentra agotada, sin embargo, recientemente estos brujos nos anunciaron que DHU Records lanzará en vinyl una edición limitada del “Culto Suicida”.
Los señores del Occult Rock/Stoner Doom azteca se han distinguido desde su inicio por llevar su música con sus películas favoritas del cine de terror mexicano, así como por el arte de los 80’s, el horror corporal y los grimorios con olor a putrefacción que gustan mucho a su ánima de hippies satánicos.
En un mundo que perpetúa el sentido de continuidad o permanencia Satánico Pandemonium nos recuerda que en cada rincón está la muerte, en tan solo 4 canciones que conforman este depravado material, cada una de ellas con una duración de entre 8 y 9 minutos que nos conduce hacia senderos antes conocidos solo por almas moribundas, sumando en total 35 minutos de placer que dan la aprobación de la muerte.
- La suerte de la magia negra:
Inicia la misa negra con una poesía podrida a cargo de Cosmo, el Alto Sacerdote que nos guiará por esta experiencia en el bardo de una muerte ácida. Y suena la guitarra con un lick stonero y muy seductor que nos va envolviendo en la espesura de un doom cargado de malas intenciones y es esto lo que deleita nuestros oídos y lo que desata la perversidad que nos es inherente como humanos, que nos lleva a un estadio oculto de la realidad donde estos brujos nos guían y nos enseñan a despertar en lo más profundo de nuestros océanos interiores.
- Culto suicida:
Canción homónima del disco la cual inicia con un sample a modo de mofa que nos recuerda nuestra mortalidad. Se hace notar la densidad a la que nos está conduciendo, los riffs cada vez más saturados y la lentitud de la batería, no hace falta más para disfrutar la condena que llevamos en las venas, un culto suicida que palpita sobre la poética y luciferina muerte, nos recuerda el odio desatado de la realidad de este mundo y al mismo tiempo nos hace liberarnos de este sentimiento, llevándonos por un camino cada vez más escabroso hasta que nos expulsa en la pendiente más elevada del éxtasis: ¡Sean liberadas almas malditas y putrefactas!
- Olor a muerte:
En esta canción se nos revela la creatividad demencial de las variaciones de sonidos de tan solo dos riffs con los que juegan de forma maquiavélica y de como la saturación de estos cuatro elementos/instrumentos nos puede llevar a la aniquilación así como regresarnos de ella, claro que hablamos de un tránsito simbólico el cual nos ha lanzado a la profundidad de las aguas purificantes para lavar nuestros pecados.
- Mal viaje:
Es el bardo último, estamos regresando a la materialidad, el cuerpo otra vez tiene peso y el dolor del mundo se comienza a sentir en los huesos, es la consumación y los designios de una música de ultratumba la que nos dirige al humo descendente que desaparece en el Oeste, estamos de vuelta al mal viaje del eterno retorno.
¡SALVE SATANÁS!
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