Hace unos días, escuchando música nueva, me encontré con un proyecto que me llamó mucho la atención, este se llama Memento Mori, un proyecto solista, iniciado en Lima y cuyo sonido es vespertino, pesado, rigurosamente melancólico y por momentos roza lo lúgubre. Memento Mori se podría describir como one man band; Mauricio Haro es el responsable de la creación de Memento y pronto nos contará más acerca de él y la banda. Por ahora solo toca llenar de epítetos el disco, que, hasta ahora, es uno de los discos que más me ha agradado en lo que va del año.

What Could Have Been inicia el disco, su sonido instrumental, solo sintetizado por la guitarra, logra capturar a la perfección esa onda meliflua de la música clásica que por momentos estará presente en el resto del disco, y es que, además de la pesadez que se puede hallar en cualquier disco de doom metal, este álbum está lleno de etapas instrumentales barrocas, cuyos arreglos, influenciados por el mismo movimiento barroco o el NWOBHM crean una sintaxis sin igual. Cantilenas como What Has Become o Designer Prison se llevan los focos del disco, dos temas unidos por la pesadez instrumental y la lirica reflexiva de Mauricio; los riffs usados son muy sabatescos y la instrumentación acompañante me hacen pensar en Uncle Acid o Orchid como influenciadores directos de Memento Mori.

Luego podemos encontrar a Dixie, un interludio magistralmente elaborado, una oda al rock pesado y clásico; el sonido de la guitarra está bastante saturado, pero no llega a lo excesivo, los acordes y las melodías logran crear una escisión entre lo lúgubre y lo dulce; el final se acerca a lo apoteósico.

Para concluir podemos citar a Memento Mori como uno de los proyectos mejor logrados que pario esta cuarentena, su sonido oscuro, medio lo-fi, pesado, rockero, sabatero, es peculiar y magnánimo. Esperemos que sea una banda de continuidad y nos regalen mas discos en un futuro.