Por: Roman Tamayo

Cuando escuchamos la frase «es una banda de dos» hay varios caminos :

A) Un desastre musical: huecos entre canciones, falta de coordinación o el poco virtuosismo de alguno de los integrantes.  B) Te quedas boquiabierto y dudas que sean dos personas de lo maravilloso que suena, ejemplos: Black Cobra, The Body, Bar de Monjas, Terror Cósmico o Cardiel. 

En efecto, formar una banda de dos puede significar la muerte o el asombro del respetable. No es nada fácil coordinar y crear sonidos que simulen una banda de tres o cuatro integrantes. Hoy les presentamos una banda de Tijuana, México que sin lugar a dudas entra en la categoría B: OWAIN. 

Este power-dúo tiene un sonido duro, pesado y crudo que oscila entre el Sludge, Stoner Metal y toques de Doom. La banda se compone por: Aníbal Flores (Guitarra, voz) y Luís Astorga (Batería, voz). Su primer album, «Owain» se compone de cinco tracks que fueron grabados y mezclados en mayo de este año (2016)  por Arturo León (Tijuana, B.C)., México. La masterización corrió a cargo de Azimuth Mastering (USA, New Jersey). 

Leech: es la primera canción que abre el album, un intro obscuro y denso que te envuelve de inmediato: los primeros riffs hipnóticos te atrapan, pero de repente un feedback te anuncia que es la hora de la masacre. Al puro estilo Black Cobra y High on Fire, aumenta la velocidad dramáticamente, pero sin bajarle a los riffs pesados…. vaya esos gritos de Anibal te prenden y erizan la piel. En este momento te das cuenta que este power-dúo viene por todas las canicas y no se andan con cuentos.

Do you have time: no baja la intensidad, la distorsión y voz rasposa continúan apaleando tus oídos de forma magistral hasta el clímax, pero ohhh sorpresa, la canción termina muy pronto. Enserio 2:38 se pasan muy rápido.

Punch Drunk Pride le da continuidad a usted tiene tiempo?, pero la velocidad baja un poco y pasa lo mismo, es muy poco tiempo para algo tan bueno: 2:57 …..esto debería durar al menos 5 minutos.

Amber Elle: Llegamos de forma veloz y sin darnos cuenta al cuarto track, el segundo más largo con un intro bastante tranquilo, pero a estas alturas sabemos que es el preludio de una tormenta de riffs pesados y lentos. Este track es el hijo prodigo de una relación entre High on Fire y Eyehategod. Gran pieza, sin duda el mejor track por la combinación magistral de los tiempos.

Ocran Gods: es la última pieza de este formidable álbum debut, a estas alturas cuesta mucho creer que sólo dos personas son capaces de crear sonidos tan densos, pesados y crudos. Sin duda estamos frente a uno de los mejores discos mexicanos del 2016.

Pueden comprar el álbum físico aquí y próximamente en LSDR records: